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LA VIDA MISMA.GERMÁN

Si no puedes escribir, escribe

lunes, 30 de abril de 2012

LAS NIEVES DEL KILIMANJARO POR ALICIA




LAS NIEVES DEL KILIMANJARO

DE

ROBERT GUÉDIGUIAN

I´m speachless. Conmocionada. No, conmovida. Impresionada. Perturbada por la exquisitez de  “Las nieves del Kilimanjaro” del artista  Robert Guédiguian. Embargada por la emoción que me impide, aún, escribir con fluidez esta crónica. Qué delicia! Qué capacidad para emocionar la de Guédiguian!.  He llorado en el cine como hacía siglos que no me pasaba, sin que las hormonas tengan nada que ver. Casi desde el primer plano. Desde el inicio hasta el fin. Me ha pillado por sorpresa, desprevenida, a traición, este film extraordinario. Inesperadamente me he dejado seducir por la película, desde el primer minuto, por los personajes maravillosos de la pareja de protagonistas tan espléndidamente interpretados por Ariane Ascaride y por Jean-Pierre Darroussin, por la universal y vigente historia inspirada en el poema “Les  pauvres gens” de Victor Hugo, tan acertadamente situada en la Marsella actual.

Y yo esperaba sólo encontrarme con una película de cine político (según palabras de Boyero) de primera clase, del hecho con sensibilidad y con corazón. Según su relato la película le evocaba al mejor Ken Loach, o al más brillante Gianni Amelio, o a la más cercana “Los lunes al sol”.  Yo encuentro muchos paralelismos con la reciente “El Havre” de Kaurismaki. Muchas similitudes: en la elección de los escenarios: El Havre y Marsella,  francesas ciudades costeras,  difíciles de habitar. En la elección de la luz: ambas presididas por la constante  presencia del sol, como símbolo de optimismo. En ambas el mar, en la primera representando la esperanza de un mundo mejor, de un futuro mejor en la otra orilla; en ésta simbolizando la felicidad del disfrute de las cosas sencillas, como el goce de un día soleado de playa compartido con niños. En las dos cintas la elección de un  devastador tema cotidiano: en aquella la masacre de  la emigración, en ésta la  del paro. Hasta en la elección de los actores hay hermandad, ya que el espléndido Jean Pierre Darroussin participa en ambas cintas.  La expresión de la camaradería en los barrios obreros, el cumplimiento de rituales ancestrales, manifestada por las confidencias que el protagonista de la primera hace a la tabernera del barrio, cuando al final de cada jornada se acerca a tomar un vino blanco y a departir amigablemente. Y en ésta, cuando Marie Claire, se sienta a tomar una bebida en una terraza frente al mar, mientras se deja aconsejar por el camarero que adivina los deseos de sus clientes, o les sugiere bebidas en función del estado de ánimo. Y en las dos, finalmente, el optimismo, el triunfo de la solidaridad, del compromiso, de la bondad sobre la indiferencia, el individualismo, o el egoísmo tan cotidianos. Un soplo de positivismo en las tan  necesitadas realidad y cartelera. Así que no, nada de etiquetas, ni de  calificativos restrictivos. Ni es cine político, ni realismo social, ni nada excluyente.  Es mucho más que eso: es simple y llanamente cine del bueno. Clasificarlo es no hacerle justicia. Es cine, que asombra, fascinante. Es cine de primera. Es CINE con mayúsculas. Majestuoso. Cine necesario.

Con una historia eterna, universal, pero plenamente vigente; con unos personajes auténticos, sencillos, con vidas sencillas, en barrios sencillos. Personajes cotidianos pero épicos por su valentía y su conciencia de pertenencia a un mundo donde la solidaridad es el fundamento de sus vidas. Personajes íntegros, honestos, desprendidos, generosos,  incapaces de comprender la indiferencia ajena, que construyen un entorno a su alrededor de paz y armonía que les protege del horror de las desgracias a las que se enfrentan. Mundo contrapuesto a aquel  de individuos egoístas, ensimismados en sus insignificantes miserias personales, incapaces de dar sin contrapartida,  mundo que representan las nuevas generaciones de formas diferentes (los hijos de la pareja protagonista,  los rateros  con los que se tropiezan…). Personajes ingenuos, quizá, pero que saben construir su felicidad, en base a su compromiso con los otros, con los más desprotegidos. Personas que actúan, que no miran para otro lado, que no se quedan indiferentes. Que no  se refugian en la culpabilidad del extraño para justificarse. Que saben reponerse a las adversidades con generosidad. Auténticos héroes cotidianos.

Con una naturalidad poco común, construye  Guédiguian una película sublime. Aún me cuesta encontrar las palabras. Recreándome en la película se  me agolpan, nuevamente, las lágrimas en los ojos, y se me hace un nudo en la garganta. Los adjetivos se me quedan  cortos. Los epítetos  me resultan insuficientes. Las exclamaciones, huecas. Me embriaga la emoción con su sola evocación. Y la remembranza de estas sugerentes sensaciones me empuja ya al cine nuevamente, con impaciencia.

Gracias de nuevo, Boyero, por descubrírmela.

Alicia dixit


domingo, 29 de abril de 2012

La pesca del salmón en Yemen


LA PESCA DE SALMÓN EN YEMEN

DE

LASSE HALLSTRÖM



         En ocasiones nos resulta difícil entender qué es pasar un buen rato. Pues bien, un buen ejemplo es ir al cine y ver “La pesca del salmón en Yemen” nos ayudará a comprenderlo. Esta película dirigida por Lasse Halltröm, del que recordamos maravillosos trabajos como “Las normas de la casa de la sidra” o “Chocolat”, nos cuenta una historia muy “British”. Una mezcla entre sátira política y comedia romántica muy bien sincronizada, lo cual no resulta fácil de hacer.

         Un rico jeque de Yemen, con elegante y bella asistente, quiere introducir salmones en su país. UK necesita poder  presentar a la opinión pública una política de colaboración, que no de enfrentamiento, con Oriente medio. Un científico/funcionario de ordenada y aburrida vida británica, se ve forzado a desarrollar lo que considera un ridículo proyecto. A partir de este argumento se desarrolla una historia satírico/ romántica que describe maravillosamente, entre otras cosas, las ya universales excentricidades británicas.

                  Los actores están francamente bien. Ewan MacGregor, al que recordamos de “Trainspotting” o “Moulin Rouge”, entre otras, demuestra tener numerosos registros. Emily Blunt  no sólo no desmerece en el conjunto del elenco sino que le da un perfecto tono a su personaje y eso que lo fácil hubiera sido enfocar su papel hacia una ñoñería insufrible. Kristin Scott Thomas está perfecta en su papel de  comunicadora política auténtica. Sí, en ese mundo de la “Realpolitik” hay más gente de la que pensamos como el personaje que interpreta Kristin Scoot.

          Con la seguridad que da el haber pasado un buen rato, puedo afirmar  que “La pesca del salmón en Yemen” es un buena película digna de verse y de la que no se pueden dejar de apreciar  toques como el de que el mercado de la captación de votos está evolucionando día a día hacia situaciones tan ridículas que únicamente las entienden los profesionales de ese oficio. Otro apunte destacable es el de que ir contracorriente, sin miedo, con frecuencia, hace que afloren nuevos y en ocasiones desconocidos sentimientos que nos conducen a una nueva vida más satisfactoria.  ¿Lo tendremos en los genes como los salmones?

Germán.

jueves, 12 de abril de 2012

SÓLO SE VIVE UNA VEZ POR GERMÁN

SÓLO SE VIVE UNA VEZ
DE
FRITZ LANG


         Una de las mejores cosas que se pueden hacer una tarde lluviosa y gris es, sin lugar a dudas, quedarse en casa y ver una película de cine clásico en el DVD. Que es exactamente lo que hemos hecho durante las últimas fiestas de Semana Santa.

         Fritz Lang ese gran maestro austriaco de los años treinta y sucesivos, construyó esta magnifica obra en 1937 (no hace falta comentar qué estábamos haciendo los españoles justo ese año). La maestría del director con el manejo del blanco y negro consigue con ese escaso recurso dar la luz adecuada a una difícil trama. La historia trata de un pequeño delincuente habitual que intenta regenerarse si bien se ceba en él una fatalidad extrema que le impide llegar a ser un ciudadano ejemplar, como pretende. La otra parte de la historia gira en torno a una enamorada mujer que inicia su relación cuando su marido no es más que carne de presidio. Ella continuará creyendo en él y junto a él hasta el final.

         Fritz Lang construye un efectista y realista alegato contra la pena de muerte y la dignidad de las personas, (¡nada más y nada menos que en 1937!) y nos ilustra sobre la importancia de la lucha sin considerar el resultado.

         La película protagonizada por Henry Fonda y Sylvia Sidney, magníficamente dirigidos, dan toda la credibilidad requerida a los personajes. Recalco lo de bien dirigidos, en particular en el caso de Henry Fonda, un actor de gran prestigio por ser el mejor en poner ojitos tristes en todas y cada una de las interpretaciones que ha realizado a lo largo de su carrera.

         No hace falta esperar que el hombre del tiempo nos oriente sobre cuando debemos ver cine clásico en casa, cualquier momento es bueno para disfrutar. Posibilidad al alcance de cualquier persona hoy en día con un DVD. ¡Interesante aparato!
Germán.
 

martes, 3 de abril de 2012

Los Idus de Marzo, por Alicia

LOS IDUS DE MARZO
DE
GEORGE CLOONEY

Como prueba de mi flexibilidad diré que he ido a ver Los Idus de Marzo, del ínclito George Clooney. A pesar de todas las prevenciones que me provoca el actor que las enloquece a todas, y teniendo en cuenta que en esta ocasión George actúa en  la  doble vertiente de director y de actor de la cinta, mi mérito es mayor, si cabe. Desconocía su faceta de director, y me ha sorprendido para bien. El tipo demuestra soltura y rigor en la dirección. Y oficio. La cinta es ágil y vigorosa. Por tanto, aprobado alto en esta faceta. Respecto a su papel de actor, he de admitir que me parece correcta la interpretación que hace del candidato a candidato en las elecciones presidenciales de los EEUU. Digamos que interpreta a un gobernador (no recuerdo de qué Estado), con todos los clichés propios de los candidatos presidenciales: carismático, con grandes dotes de persuasión, convincente, seguro de sí mismo y un tanto autosuficiente. En otras palabras, un pelín chulesco. Y hay que reconocer que en este tipo de papeles  George Clooney se mueve como pez en el agua. No sé si porque se interpreta a sí mismo (no quiero ser malvada). En todo caso, lo que interesa es el resultado, que aquí es aceptable. De cualquier manera se ha rodeado de grandes actores que rivalizan con él a un muy alto nivel: la joven (no tanto) promesa (ya más bien realidad) de  Ryan Gosling, (me remito a mi comentario sobre “Drive”, película que protagoniza con  brillantez), por no mencionar a  Philip Seymour-Hoffman (actor de gran espectro)  o con Paul Giamatti, que encarnan perfectamente a los personajes que interpretan.  

Ahora bien, la película resulta del todo previsible. Parece pensada para el público americano, por la cantidad de tópicos de que está plagada y que son muy de su gusto: político dicharachero, embaucador y sin escrúpulos  que  resulta ser menos honesto de lo que quiere hacer ver a sus electores, todo ello aderezado con los líos de faldas característicos: seduce a una  joven e inexperta becaria  (tratan de idiotas a las mujeres jóvenes, me revela) que trabaja en su campaña (a pesar de estar felizmente casado), pobre incauta a la que deja preñada, (como si no supieran las veinteañeras  que es bastante fácil que eso ocurra si te acuestas  con un señor y no se hace algo por impedirlo)  y que decide abortar (horror! que llamen a  Gallardín!) para acabar de forma trágica y prematura (muere, no queda claro de  si por la fatal combinación de una sobredosis de fármacos   con dosis elevadas de alcohol, o por la firme voluntad  de la chica de quitarse de la circulación, ante tal cúmulo de desdichas y fatalidades). Bastante simplista, y en muchos aspectos rancia: muy manido el tema de los políticos cínicos, corruptos y desaprensivos, con connotaciones morales, con episodios adúlteros  que tanto escandalizan a mentalidades digamos que “puritanas”. Bastante insufrible, en dos palabras. Pero, héteme aquí que   pesar de todo lo descrito debo confesar que no me aburrí, lo que me deja perpleja, dadas las circunstancias. Así que no me queda otra más que afirmar que, para disgusto mío, a pesar de las  estridencias mencionadas, Clooney tiene mano. Yo, al menos he salido del cine con la sensación de haber pasado un rato agradable. Estaré perdiendo el juicio? Ahora, que me haya distraído dista mucho de que comparta en absoluto  la opinión expresada por Carlos Boyero en su estreno (le parece una película espléndida). Hasta aquí podíamos llegar!!!!! Tengo, pues, otra muestra de que Boyero y yo podemos no coincidir en las pelis que nos gustan (como es este el caso) aunque siempre coincidamos en las que nos repelen.

Yo no iría a verla ahora que la he visto.  No sé si esto sirve de algo a alguien.

Alicia dixit.

Eva, por Alicia

EVA
DE
KIKE MAÍLLO


Alguna de las reseñas de cine que leí sobre “Eva” antes de verla, la calificaba como de cine de ciencia-ficción. Yo no me atrevería a decir tanto. Es más,  creo que es una película con una  buena dosis de cine fantástico, que,  sin embargo, no la convierte en cine fantástico. Lo fantástico no es más que un aspecto de los muchos que configuran la cinta, de numerosas  aristas, pero que en ningún caso representa el aspecto central. De haber sido así, no sé si me hubiera gustado (vaya por delante que ni el cine fantástico ni el de ciencia-ficción me interesan lo más mínimo). Es una película difícilmente clasificable. No es un thriller, aunque tiene cosas del thriller, ni  es cine fantástico, aunque lo es en alguna medida. Lo que sí puede afirmarse con rotundidad es que es un film fresco.  Destila misterio desde el inicio al  fin, pero no sólo por los componentes  de fantasía que contiene, sino por todos los elementos que la integran: desde el paisaje  elegido para el rodaje (un pueblo  situado en la ladera de unas montañas que permanecen nevadas a lo largo de todo el metraje), hasta  la psicología compleja de sus personajes, engarzados en una historia originalmente futurista. La muy acertada elección de los actores resulta fundamental (como siempre), para dar verosimilitud a la historia. A pesar de los ingredientes imaginarios, la película no pierde en ningún momento su credibilidad, parece como si todo lo que nos cuenta fuera efectivamente real, posible. Los actores, aquí  saben imprimir  las dosis de misterio necesarias a sus personajes  para intrigar al espectador, pero sin perder un ápice de realismo. Daniel Bruhl, (a mi juicio el prototipo de actor con gancho porque con cada personaje que recrea consigue seducirnos,  sin esfuerzo, con naturalidad, sin estridencias, como sin querer) está inmejorable en su papel de científico confundido, desorientado e incapaz de romper con su pasado.  Nos  presenta prodigiosamente a un  personaje lleno de incertidumbres, de contradicciones, de dudas, de recovecos, en definitiva de incógnitas  por despejar. Por su parte, Marta Etura, que aun no estando especialmente brillante en la cinta, está siempre oportuna en todas sus creaciones, lo que la hace merecedora de mi incondicional admiración (lo clava en la última de Jaume Balagueró, “Mientras duermes”,  película que recomiendo encarecidamente). El propio Amman, (al que únicamente conozco de su papel en Celda 211, donde no me dijo nada) logra una muy  certera recreación de su personaje, que a pesar de ser un tipo contenido, es capaz de mostrarnos quién es con absoluta precisión apenas sin palabras. Mención especial merece la interpretación de Lluís Homar, en el papel de robot dotado de una autonomía casi humanoide, y  que borda sin contestación. Por último, no me queda más remedio que referirme a la niña que da vida al personaje de Eva que, en mi opinión, no está a la altura. Resulta un tanto   irregular: a veces sobreactuada, a veces natural. En todo caso, el conjunto del elenco permite  construir una historia muy sólida a la vez que  liviana, en buena medida gracias  al papel de los guionistas (entre los que descubro con sorpresa a Sergi Belbel,  joven y reputado dramaturgo que da muestras, nuevamente, de su buen hacer inventado historias). Que no hay una buena película sin un buen guión, es el abc que muchos autores ignoran, y éste es un ejemplo claro de que un buen guión facilita mucho las cosas. Condición necesaria pero no suficiente, dado que se requiere, además,  la buena mano del autor que en este caso queda  suficientemente acreditada, visto el resultado final, que no es sino  el de una suma de aciertos en la elección: una buena historia, una impecable ambientación, una puesta en escena limpia y lírica, una más que notable interpretación, y la mano sabia del director. Contiene, pues, todos los ingredientes imprescindibles para conformar una película deliciosa, para disfrute de todo tipo de públicos. Resulta tremendamente gratificante descubrir nuevos talentos (es el primer largo de Kike Maíllo, sus cortos anteriores, de títulos sugerentes, han sido ampliamente premiados: “Las cabras de Freud” y “Los perros de Pavlov”), que nos deleitan de forma tan inesperada. Esto es lo que yo espero del cine, ni más ni menos.
Alicia dixit.

domingo, 1 de abril de 2012


INTOCABLE
DE ERIC TOLEDANO Y OLIVIER NAKACHE

La película trata los temas de la discapacidad y la inmigración de manera amable, positiva y desdramatizada.

Driss, inmigrante senegalés, vive en los suburbios de Paris. Camina entre el desarraigo y la supervivencia. En ese mundo carente de perspectivas de futuro, practicando el aquí y ahora porque quizás no haya un después.

Con la intención de regular su situación de desempleado, acude a una entrevista de trabajo como asistente de Philippe, un tetrapléjico de la alta burguesía francesa. Nos adentra con su espontaneidad y sentido del humor en ese universo encorsetado y pagado de si mismo.

Su naturalidad y desparpajo conquistan a Philippe que sumergido en su estática existencia, dependiente de todo menos de su capacidad de amar, mantiene una relación platónica y epistolar desde hace demasiado tiempo.

De la camaradería y el buen entendimiento nace un vínculo entre ellos que resulta llamativo en estos tiempos en que la desigualdad social nos mantiene cada vez más alejados a unos de aquellos. Dos mundos que se acoplan compartiendo sensibilidad.

El sentido del humor en situaciones, a veces, muy dramáticas hace que la emoción te desborde el corazón. Reflexiones de vida con destellos hilarantes.

Es reconfortante, en ocasiones, salir del cine sonriendo y con la sensación de que el mundo va siendo más habitable. Un guiño de optimismo.

Rosa Gómez De Barreda


De tu ventana a la mía, por Germán


DE TU VENTANA A LA MÍA

DE

PAULA ORTIZ

         VIERNES CINE, empiezo a sospechar que una gran parte de los amantes del cine tenemos comportamientos similares en nuestra relación con este arte. No es la primera vez que a la entrada de la sala o yendo a tomar el café previo al inicio de la película, me cruzo en mi camino con personas que reconozco fugazmente.

         Es bastante habitual que antes, durante o después de ver la película me encuentre con un profesor de lengua y literatura del que tuve el honor de ser alumno de C.O.U., allá por 1974. Alberto que es como se llama, y hoy felizmente jubilado, pertenece a esa generación de jóvenes profesores que nada más terminar la Universidad volvieron al instituto como PNN’S. Tenían una enorme vocación por la docencia y le imprimían una modernidad a sus clases que hoy todos sus alumnos somos capaces de apreciar. Gracias a profesores como él, ahora somos capaces de disfrutar del séptimo arte o de la lectura de un buen libro, que no es poco.

            De tu ventana a la mía es una película  que narra tres historias diferentes de mujeres. Esta circunstancia le da la suficiente flexibilidad para que a los espectadores le guste un 33%, un 66% o un 99%. Sobre todo si pensamos que no todas las historias tienen el mismo éxito al narrar la trama que da cuerpo a la totalidad de la obra.

         Tres mujeres de tres épocas diferentes y de tres edades distintas buscan en el amor su esperanza vital y no lo encuentran porque todas sufren un acontecimiento repentino que se lo impide.

         En mi opinión es muy acertado un 33% de la película. El desarrollado durante la dictadura de Primo de Rivera en el entorno geográfico de Canfranc, donde la frontera con un mundo desarrollado, la proximidad con el conocimiento y la vulnerabilidad de la naturaleza impregnan las relaciones humanas. “Las flores no se arrancan” es la frase que articula esta historia que derrocha un lirismo visual muy bien interpretado por esa frágil flor que es la actriz LETICIA DOLERA a la que habrá que seguir en futuros trabajos. De Maribel Verdú prefiero no hablar.

         Es una película que se deja ver, aunque únicamente se obtenga un 1/3 de satisfacción. Muchos espectadores también obtendrán un 2/3 ó 3/3. Es la ventaja de construir sobre una misma base narrativa tres historias de mujeres diferentes, de diferentes edades, enmarcadas en momentos diferentes.

         Muy destacable la interpretación de Carmen Paris, una cantante de la que el mundo del arte no acierta a aprovechar bien su fuerza.

Germán