APRENDIZ
DE GIGOLO
DE
JOHNM
TURTURRO
Cuando se quiere consumir
un producto es más acertado comprar el original y no una imitación. En el caso
de esta película nos encontramos no solo con un producto falsificado sino que
nos topamos con una mala copia de una clásica elaboración del genial Woody
Allen. Nada más empezar y a todo lo largo de la película, nos muestran no solo
indicios indirectos, sino además burdas maniobras para confundir y que no
identifiques que estás frente a un triste parodia del genial Allen. Por
ejemplo, toda la música gira en torno al jazz ligero.
Desde el mismo principio de
la película se utilizan recursos para que la imitación se parezca lo más
posible a un producto original. Ni tan siquiera la participación de Woody con
sus balbuceos, base de su humor o de querer reflejar una timidez que todavía no
sé si es impostada o real, logran engañarnos. No entiendo como la policía no
acude a las salas y requisa la copia de la película como hace con los artículos
falsificados en lejanos países y vendidos por las calles a través de ese viejo
sistema de exposición de productos sobre manta en el suelo.
Ya el título es
suficientemente engañoso. Desgraciadamente nos recuerda a aquellas obras
cinematográficas que poblaban la cartelera nacional en la época de la transición
que estaban (dirigidas (magistralmente para su finalidad) por Antonio Ozores y
protagonizadas por Fernando Esteso y Andrés Pajares. Las actrices responsables
de protagonizar las escenas de desnudos totales tienen que mantener su
prestigio como Sharon Stone y no consiguen mejorar las interpretaciones de
nuestras Blanca Estrada o María José Cantudo. No mencionaremos nada de la
triste interpretación de John Turturro que antes de hacer esta película debería
haberse documentado un poco visionando a nuestros grandes actores que dieron
sentido a esta “insigne” etapa de nuestra industria cinematográfica.
Por último mencionaré que
la narración alrededor de la colonia judía en Nueva York no sé si ayuda o
perjudica a que comprendamos mejor su cultura.
Lo que sí me queda claro es
que existe una gran amistad entre el director de la película y los principales actores
y actrices que integran el elenco. En particular, destaca el apego de Woody
Allen por el director del film si no, no se entiende cómo se ha prestado a
colaborar con este timo. Resulta increíble que una marca de prestigio colabore
con sus falsificadores para lanzar una imitación que no es capaz de parecerse
ni en los más nimios detalles al producto original.
Un fracaso de imitación, un
fracaso de película, un escándalo para el espectador, un timo para el
consumidor.
Germán.