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LA VIDA MISMA.GERMÁN

Si no puedes escribir, escribe

sábado, 17 de noviembre de 2012



EN LA CASA

DE

FRANÇOIS OZON

         El director de la película “En la casa”, tiene una gran capacidad de trabajo. Cada año hace una nueva lo que supone añadir dificultades a la ya ardua tarea de hacer cine. Si reunir todos los requisitos para hacer una buena obra es complicado, hacerlo casi por obligación en tan corto espacio de tiempo, tiene un mérito notable. No voy a extenderme mucho más sobre aspectos como éste para ser fiel al principio que inspiró la creación de este Blog: “hablar con pasión y no con erudición”, por lo que a continuación me centro en lo que me sugirió el film.

         La historia es sobresaliente, basada en una obra de teatro del dramaturgo español Juan Mayorga. Genera gran inquietud y no se pierde, en ningún momento, la concentración. Aunque sólo sea por este motivo ya la convierte en una obra muy recomendable.

         El guión es de rabiosa actualidad, trata sobre la clase media. Una clase social que se ha puesto de moda en los últimos tiempos por ser la gran sufridora de los errores y de las decisiones intencionadas que nuestros supuestos líderes, tanto de izquierdas como de derechas, están adoptando. Entre los que forman parte de este segmento social los hay que sienten añoranza; los hay que sienten, sin saberlo, hastío vital perteneciendo a ella  y, por último están, los que no saben ni interpretar ni expresar su sentimiento de pertenencia de clase e impulsan a alguien hacia un voyeurismo malsano que les ayude a sobrellevar su triste mediocridad.

Todas estas circunstancias están muy bien construidas en el conjunto de la obra. Todos los actores han entendido, dudo si consciente o inconscientemente, su papel y lo interpretan estupendamente, especialmente Ernst Umhauer (Claude) y Kristin Scott Thomas (Jeanne), ésta con un dominio del idioma francés asombroso.

En la ficción es fácil imaginar que el comportamiento humano responde a patrones muy definidos y que esto permite manejar a las personas casi al  antojo del manipulador, sobre todo si este se sitúa en una posición intelectualmente dominante. En la realidad, es otra cosa: en el comportamiento humano siempre hay variables inmanejables que impiden las manipulaciones absolutas. La cuestión es que en el mundo hay muchas personas que, en aspectos como estos, no distinguen entre ficción y realidad. Esta película y su gran guión nos lo muestran de manera inmejorable.

Germán


domingo, 4 de noviembre de 2012


LO IMPOSIBLE
DE
J.A. BAYONA


Las cifras hablan por sí mismas y no seré yo quien las contradiga, si bien, no   todos los éxitos de taquilla son  necesariamente grandes películas. Sin embargo “Lo imposible” ofrece todo lo que puede esperarse de una película  aclamada por el público. No decepciona.  Técnicamente no tiene nada que envidiarle a ninguna cinta sobre catástrofes o  desastres naturales  de las que tanto gusta la industria americana, por lo que no desmerece en nada a  lo más granado del género.  Está impecablemente realizada  con lo que resulta del todo verosímil,  no sólo porque sabemos que está basada en un hecho real, sino porque se cuenta con una perfecta puesta en pantalla. Las escenas iniciales son memorables, pero  el ritmo  y  la tensión se mantienen en un constante in crescendo, que culmina con el final de la película. Y ello contado con la sencillez de un guión propio para la ocasión, (que no tiene nada de especial) pero que  logra mantener el clímax  en todo momento, a pesar de que conocemos el final feliz de la historia (de esta historia en particular). Recrea el desastre a la perfección, en un primer momento y en los inmediatamente posteriores a la tragedia. Y cuenta una historia devastadora con final feliz, lo que es de agradecer  y que sin duda contribuye a dejar satisfechos a los más  que variados públicos que se acercan a verla. Porque es una película para todos los públicos, lo que en mi opinión, es otro mérito añadido.  No enfocar una historia a un determinado tipo de audiencia,  añade más dificultad, si cabe, al objetivo de entretener.  Y esta película entretiene a todos,   con el mensaje positivo  de que cosas como la relatada pueden ocurrir, aunque parezca mentira.  No sé si es un reconocimiento  a la existencia de la  buena estrella  o sencillamente  una bocanada de optimismo, el que se encuentre una historia con  final feliz dentro del  mismísimo infierno.   Y más allá del relato de lo que sucedió (supongo que con las dosis de ficción necesarias para componer la película)  no hay moralejas, ni  mensajes místicos. Solo se muestra cómo de los humanos se puede esperar lo peor y lo mejor en situaciones límite. Cómo siempre surge  quien se presta a ayudar   cuando más se necesita.  Este canto a la solidaridad de la gente, es el único  mensaje  subyacente, si es que se puede llamar así,   aunque no resulta exagerado.  Es más, parece claro que  responde a la realidad de lo que allí ocurrió, que es,  en suma, una mera descripción. Otra cosa es cómo  los actores  recrean la tragedia.  Y lo hacen muy acertadamente, incluidos los niños, cuyas interpretaciones contribuyen a hacer más inquietante el filme. Naomi Watts está inmejorable, y es sobre ella sobre la que recae la responsabilidad de  conmovernos  y de  mantenernos absortos la mayor parte del tiempo frente a la pantalla.
Respecto al ritmo y al desarrollo de los acontecimientos, siendo efectistas, resultan del todo adecuados, llegando  a conseguir el cénit de la tensión  en diferentes momentos del filme: al principio, cuando  la primera ola arrastra a la madre y al hijo mayor, en el medio y  al final, cuando se produce el encuentro entre el padre y  los tres hijos….etc. Vamos que la maestría de J. A. Bayona queda fuera de toda duda.  Y hay quien sostiene que para ver buen cine  de evasión hay   que recurrir al cine americano………!!!!!!.Para hacer buen cine  solo  hay que apoyar económicamente  al  mucho talento que anda por ahí. Y en este país tenemos nuestra  nada desdeñable cuota.  Espero que los recortes no lo dañen.
Alicia Dixit



ARGO
DE
BEN AFFLECK

En numerosas ocasiones me he pronunciado a favor del cine típicamente americano, una forma de hacer cine que nadie mejora a la industria de Hollywood. Con ese espíritu he ido a ver ARGO una película totalmente fiel a esas esencias.
Se trata de una película de espías que cuenta con todos los ingredientes de este género. Una propuesta inverosímil ejecutada con una maestría que únicamente poseen los espías americanos y que abusa de la tontuna de los enemigos, en este caso los iraníes en plena revolución islamista, en fin.
La ejecución de la película es perfecta, un buen guion soportado en un sorprendente Ben Affleck, en ocasiones un tanto envarado, y en un elenco de actores secundarios más notables que sobresalientes. Los recursos empleados por el director  para conseguir mantener la tensión y el suspense, se utilizan encadenando una sucesión de incidentes menores, con el objetivo de hacer creer al espectador que la misión va a fracasar en cualquier momento (Estos recursos recuerdan a los que Alfred Hitchkock utilizaba recurrentemente). El  final feliz lo resuelve privando de reconocimiento público al verdadero héroe, un comprometido funcionario con una encomiable vocación de servicio.
Este género de películas de entretenimiento no hay que perdérselas, sobre todo si son tan notables como esta porque te relajan, te distraen y estoy seguro que incluso ayudan a corregir a la baja la presión arterial. El tiempo que pasas en el cine estás entretenido y te olvidas de todas esas cosas que te generan tensiones.
Una película con la única pretensión de divertirnos durante las dos horas que dura su metraje y de mantenernos a cierta distancia de nuestras preocupaciones cotidianas.
Muy recomendable.
Germán.