RELATOS
SALVAJES
DE
DAMIAN
SZIFRON
Ir
a ver cine argentino es una experiencia que en muy pocas ocasiones defrauda.
Esta cinematografía (aunque aquí entre los productores estén los hermanos
Almodóvar) no cuenta con un gran presupuesto, pero si anda sobrada de talento.
Así, dispuesto a pasar un buen rato entras en la sala sabiendo, de antemano,
que te lo vas a pasar bien. Únicamente surge una duda ¿con qué intensidad
disfrutarás? y ¡oh! sorpresa desde el primer minuto ya estás convencido de que
vas a asistir a una genialidad.
La
película se compone de una sucesión de cortometrajes. Cada uno de ellos con una
intensidad y una maestría propia de este género. En un abrir y cerrar de ojos
todas y cada una de las historias te engancha. La velocidad con que se
desarrolla la trama y el desenlace de las mismas, no te permite otra cosa que
intentar no perderte ni el más mínimo detalle de lo que está sucediendo.
Todas
las historias están conectadas entre sí, con un hilo conductor. Qué sería de
nuestra voluntad si las normas de urbanidad, ante una situación cotidiana,
desaparecieran. Sin estás reglas y su efecto directo sobre la convivencia de
las personas el mundo no podría ni mantenerse, ni avanzar. Con este pensamiento
central el director va presentando las diferentes narraciones pero no como en una
película de terror (que sería, a simple vista, la idea más cercana al
desarrollo del film), si no que nos lo muestra como una comedia.
En no pocas ocasiones resulta de terror cómico
la imagen que de nosotros mismos trasladamos cuando nos ponemos frente al
espejo de la convivencia. Éste, nos refleja nuestros más bajos instintos en
lugar de la figura amable que forzadamente nos vemos obligados a mostrar ¿Quién
ante determinadas situaciones a las que te tienes que enfrentar en tu vida
cotidiana no ha sucumbido a la tentación de imaginar que sucedería si uno
pudiese romper las normas de entendimiento no escritas y actuar siguiendo el dictado
de sus impulsos más primitivos? ¿Qué sensación de gratificante liberación
disfrutaríamos si, por un momento, pudiésemos actuar sin escondernos tras esas
reglas del juego?
Además
el esquema de progreso de la obra es perfecto para los objetivos que pretende
conseguir. No se produce un desarrollo de cada historia, únicamente se queda en
el impacto que nos va a causar, mostrándonos una serie de estereotipos. Este
planteamiento es otra de las muchas genialidades que maneja a placer el
director de esta magnífica obra.
Por
último y de forma muy destacable hay que resaltar la gran interpretación de
todo el elenco de actores y actrices desde los más conocid@s a l@s más
desconocid@s. Es difícil distinguir sobre quien recae el peso de ser el
autentico protagonista con el que se asocie el conjunto de las intrigas. Todas
y cada una de ellas tienen un protagonista diferente que hacen su trabajo con
un nivel de excelencia tan alto que es imposible resaltar a alguno sobre los demás.
Sorprendentemente no se vislumbra ningún conflicto de egos, lo que termina de
redondear la película.
Hay
que ver lo que dan de sí unos cuantos cortometrajes.
Germán.