EL CUERPO
DE
ORIOL PAULO
Me debato entre la
sorpresa agradable y cierto grado de frustración tras ver “El cuerpo”. El guión, contra la opinión de alguna crítica demoledora leída por ahí, me parece
bien pergeñado y mejor resuelto, coincidencia que no resulta fácil que se produzca en las películas del género (ni
en la novelas). Pues bien, en “El cuerpo” tanto la trama como el desenlace me
parecen de más que aprobado. La historia, salvo algún que otro truco, es original
a la vez que creíble. El final,
sorprendente, produce el efecto deseado y deja un buen sabor de boca. Se ve que
el “verdadero oficio” del autor es el de guionista. Pero además, obtiene el
aprobado en otros aspectos del film: el ritmo es el adecuado para mantener la
tensión y los recurrentes flash-backs están, para mi gusto, bien traídos y bien utilizados (ni te pierdes,
ni te confunden, ni son excesivos), el ambiente está bien logrado y la
fotografía merece un notable. En otras palabras, la película se sigue con
interés hasta el impactante final. Qué
hay, pues, que reprocharle a la cinta? Eso, a lo que los expertos dan en llamar la “dirección de actores”. Aquí
falla estrepitosamente Oriol Paulo, porque,
no se salva ni el potito. Todos están impostados y falsos. Con la única
excepción de Belén Rueda, magnífica en
su papel, el resto del elenco flojea. José
Coronado, actor bastante irregular en mi opinión, está muy forzado, muy lejos
de su mejor nivel; Hugo Silva, al que jamás había visto con anterioridad, resulta del todo falso; Aura Garrido, desconocida para mí, está
sobreactuada, estridente, pasada de
rosca. Vamos, un desastre. Y es una pena porque con unas mejores
interpretaciones se habría logrado un resultado más que aceptable, pero como es
bien sabido, una película cuyos intérpretes no estén a la altura, no puede
jamás devenir en una buena película. La imprecisión en el dibujo de los personajes, la distancia y
la falta de conexión con el espectador que provocan unos actores en horas bajas,
hacen perder fuelle a cualquier idea, a
cualquier trama, a cualquier historia, por seductoras que aquellas pudieran ser. Creo
que el gran defecto de “El
cuerpo” no es otro que la interpretación fallida de casi todos, que desmerecen lo que hubiera podido ser un
filme con punch. Lástima, otra vez
será. Estaré atenta a lo que Oriol Paulo ruede en el futuro, porque se debe
reconocer su capacidad creativa como inventor de historias. Y no es un mal comienzo para ser su opera prima-.Yo le daría un aprobado, a
pesar de todo.
Alicia dixit