“Carol”
de
TODD
HAYNES
Ni la galardonada como mejor
película “Spotlight” en los últimos “Óscars” que en mi opinión encajaría mejor
en la categoría de “documentales”; ni la perfecta escenografía y excelentes actores de “La chica danesa”; ni el pastelón “Brooklyn” con tintes de novela
rosa (historia sobre la inmigración irlandesa a Nueva York) han dejado huella alguna en mí, salvo el grato sabor de boca que dejan las
extraordinarias interpretaciones que las distinguen (solo hay que revisar la
concentración de nominaciones que han concitado en la más reciente fiesta del
cine de Hollywood). Pero como una buena película, en mi opinión, debe ser una
confluencia de aciertos, más allá del buen trabajo de los actores (si bien este
factor ocupa un lugar preeminente y
determinante en el conjunto) Carol reúne todos los ingredientes necesarios para ser considerada una gran obra. Así,
cuenta una historia lésbica con extrema sensibilidad (agradezco enormemente que
nos ahorren las escenas de cama, que con frecuencia lejos de aportar frescura
al film, distraen de lo esencial);
su ambientación está
perfectamente lograda (escenarios y vestuario te trasladan a la Nueva York de los ´50 de inmediato); las interpretaciones son admirables
(mencionar la elegancia que Cate Blanchet
irradia en cada personaje que interpreta no es ninguna novedad, pero hay
que decir que en esta ocasión, resulta
tan seductora que hasta yo misma podría caer rendida a sus pies); su
estética primorosa, en fin, hacen de su visionado una experiencia placentera.
Supe después de verla que se
basaba en una novela de Patricia Highsmith (si bien que escrita bajo seudónimo)
lo cual no me sorprendió a la vista del resultado, y dado que sus novelas, en
general, resultan muy cinematográficas (no voy a enumerar ahora todas las que
se han llevado al cine y que, con más o menos acierto, han sido un éxito de
adaptación). De su habilidad como fabuladora tampoco tengo nada que añadir, pero sí
resaltaré que en esta ocasión la historia (autobiográfica) nada tiene que ver
con sus más habituales relatos de
intriga.
Con extrema delicadeza nos narra
la relación amorosa (en su contexto histórico) de dos mujeres alejadas en muchos aspectos (por
la diferente edad y la distinta clase social) pero unidas por la pasión. Y
aunque puede suscitar opiniones contradictorias (algunos la tachan de
excesivamente larga o de excesivamente lenta que son diferentes maneras de decir lo mismo) en ningún momento
me hizo perder un ápice de interés. Clavada como estaba al asiento, el realismo
de la narración y la atinada
interpretación que de los personajes protagonistas hacen tanto la gran Cate
Blanchet, como la para mí desconocida Rooney
Mora, consiguieron mantenerme frente a
la pantalla sin pestañear, además de tocarme la fibra sensible. Película distinguida
en el fondo y en la forma con personajes delicadamente refinados que convierten la
cinta en un placer para los sentidos.
Yo no aspiro a más….
Alicia dixit
No hay comentarios:
Publicar un comentario