THE
GIFT
DE
JOEL
EDGERTON
Como ya es sobradamente
conocido, soy una incondicional de la novela negra y de su equivalente
cinematográfico. Hasta de sus sucedáneos
menos tolerables soy seguidora. Lo reconozco, es una debilidad. Huelo a
la legua, cual adiestrado sabueso, cualquier posible presa, y una vez detectadas procuro asesorarme antes de
abalanzarme sobre ellas, aunque no necesito demasiados argumentos para
aventurarme a su caza. Así, había tenido
noticias del estreno de “El regalo” y
ante la expectativa de encontrarme ante un buen ejemplar, no pude evitar
la ávida lectura de la reseña en prensa en busca de una buena coartada y contraviniendo
mi propio principio de no dejarme condicionar por opiniones ajenas y no siempre
fiables. En estas estoy cuando me encuentro palabras alentadoras sobre las
bondades del film que me arrojaron en sus brazos, sin más reservas. Y así, me
veo ante este thriller de formato clásico y esquema manido (pareja en
apariencia feliz que ve trastocada su convencional vida tras la aparición de un tercero, en este
caso amigo de infancia del marido). He de decir que el inicio me hizo desconfiar, y me previno sobre una aparente película de
las múltiples que anidan en nuestras televisiones los fines de semana. En
definitiva, nada apuntaba ser de interés más allá de la reiterativa
historia del maligno maquinador que perturba con su intromisión la vida plácida de gente corriente, provocando
las consecuentes y predecibles tensiones.
Pues nada más lejos de lo
esperado. A medida que la película avanza, los tópicos se trastocan y nada es
lo que parece. Las sorpresas se encuentran dentro del mismo esquema de base. Ni
el en apariencia malo es tan malo, ni el aparentemente bueno lo es tanto y
aunque parezca imposible, después de haberme tragado miles de películas con
este formato siento que el interés crece a medida que la trama se desarrolla y
avanza. Los buenos y menos buenos son gente corriente y apegada a la realidad.
Sin excesos ni caricaturas ni histrionismos. Me consigue atrapar gracias a un
planteamiento novedoso y un imaginativo final. Lo cual no es poco, teniendo en
cuenta que se hace muy difícil pergeñar nada original en este tipo de
historias. Y con lo que en apariencia parecen medios escasos, se obtiene un
resultado más que digno. Las
interpretaciones (con unos actores del todo desconocidos para mí) permiten
hacernos creer la historia, que por otra parte refleja personajes del todo
reconocibles. Lo cual acrecienta su encanto y lo distingue del resto de
películas del género, que en general pecan de excesos en sus guiones con el
objetivo de lograr un mayor impacto en el espectador. Aquí los personajes
resultan cotidianos, y la historia perfectamente verosímil. Todos conocemos
sujetos de las características de los aquí presentados, lo cual lejos de
restarle efecto, se lo acrecienta. En mi opinión no hay nada más aterrador que
la representación de los creíbles personajes desequilibrados que en un grado o
en otro nos vamos encontrando por el camino. Y
es aquí donde radica todo el atractivo de este magnífico film, en su
apego a la realidad.
Agradezco enormemente poder
disfrutar de thrillers de la calidad del
aquí comentado, porque hasta a mí me
sorprende encontrármelos. Y porque me renuevan el entusiasmo.
Buen trabajo el de todos.
Pero mi más sentidas felicitaciones para el guionista (que es uno de los
protagonistas) que tiene el mérito de conseguir cautivar con una historia
sobria, alejada del común de las películas del género, a pesar de estar
encuadrada en un marco poco propicio
para la innovación y cuyo casi único recurso consiste en la exageración.
Otra vez, enhorabuena.
Alicia dixit
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